sábado, noviembre 17, 2007

Raaijmakers



SL: Esta pieza electrónica servía de hilo discursivo futurista en un comercial de una conocida marca de relojes. Fue emitido en la televisión española en los años 60.
JU: La pista es una creación del 59 de Dick Raaijmakers, uno de los ingenieros holandeses de sonido que la Philips puso a trabajar en sus estudios NatLab.
SL: Los estudios se crearon en 1914, la compañía entendió que la única manera de mejorar los productos musicales electrónicos era a través de un papel activo en la investigación sonora. Convencidos en que atraerían un gran interés en el mercado, en los 40 se desarrollaron allí los primeros instrumentos electrónicos, y las primeras técnicas electro-acústicas.
JU: La música electrónica había nacido.
SL: Y Raaijmakers, aka Kid Baltan, fue el inventor de muchas técnicas que hoy resultan muy familiares para los que experimentan con música: Chorus, Delays, Echo, Reverb, Surround, Ambiophony, Dolby...
JU: Ahí estaban esos tipos holandeses con camisa pulcra y corbata negra, trabajando a destajo para la Philips, con la sensación de estar dotando al futuro de su banda sonora, inventando el sample, jugando con aquellas enormes máquinas.
SL: Ya, al principio su música no tuvo mucha salida comercial, así que la usaron en documentales de ciencia y divulgación, como compañía perfecta de alunizajes, o al son de grupos de bacterias multiplicándose. Finalmente en los 60 sacaron sus primeros álbumes, y todos aquellos ingenieros acabaron involucrándose en el mundo artístico experimental sonoro durante décadas, hasta la fecha.



SL: El fin de semana pasado asistimos a un homenaje en el Tesla, un espacio cultural organizado por una serie de artistas de Berlín. Allí se montaba una exposición acerca del legado de Raaijmakers.
JU: Al mismo tiempo se programaron una serie de performance y conciertos inspirados por la creación de aquellos pioneros.
SL: EL acto acabó con un curioso "concierto del apagón", en el que en silencio y paulatinamente, se iban desconectando todos los aparatos eléctricos, incluidas luces, de todo el edificio: un palacio del viejo Berlín enorme y de vetusta seriedad.
JU: Desde sus salas, en la oscuridad, todavía con el latido de la música en la cabeza, percibimos un mundo extraño.
SL: El mundo urbano sin corriente.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Es curioso. Nunca me ha gustado la música electrónica, pero sin duda aquella gente puso banda sonora a la modernidad, y todos, en mayor o menor medida, de una forma u otra, somos sus hijos.

La metáfora del vetusto edificio donde toda la electrónica se apaga es absoluta y definitoria de nuestro tiempo.

Anónimo dijo...

pues éste es un tipo muy interesante, quizás te aficiones... Pásate por los links del post y escucharás samples de su disco recopilatorio.
http://www.donemus.nl/cd_detail.php?id=85&lang=EN

Anónimo dijo...

i like gin es lone...