martes, noviembre 22, 2005

Zimmerman


SL: Hace ya dos años que compramos entradas para aquel concierto de Zimmerman.
JU: Bueno, si, aquella vez que no apareció y tuvimos que pedir que nos devolvieran el dinero.
SL: Me ha pasado varias veces eso de que cancela o retrasa, y nadie sabe si volverá, o qué programa lleva...
JU: Qué puedes esperar de un tipo que viaja con su piano por el mundo y se lo monta y desmonta en cada bolo de la gira.
SL: Es curioso pensar que lo haya visto tantas veces... o que lo haya intentado ver tantas veces, en diversos momentos, con diversas circunstancias. Pero si, ahí estaba el domingo, en la Symphony Center, ese gran tipo que vive física e intensamente la esclavitud del teclado. Llegó por la puerta, apareció en el escenario, paso ligero, derecho al piano, se sienta, respira rápidamente y sin dudar ataca totalmente mentalizado a Mozart, a Chopin, a Ravel... Tras semejante programa se necesita un cubo de hielo en el que meter las manos. Pero claro, hablamos de Zimmerman, ahí estaba vampirizando almas con la Marcha fúnebre, macabra como nunca, nada que haya escuchado en ninguna grabación, plagada de remolinos cadavéricos, perfecta.
Puedo volver a esperar dos años más, o los que sean.

jueves, noviembre 10, 2005

Nos vamos III

SL: Ojos atónitos, oídos incrédulos, por fin tenemos licencia de conducir y nos vamos de excursión.
JU: Detroit, Toronto y Niágara una tras otra.
SL: Road trip.

miércoles, noviembre 02, 2005

Excursioncilla



SL: Mañana llevo a los críos de excursión. Vamos a ver una película española: "El sueño de una noche de San Juan", de la productora gallega que hiciera "El bosque animado".
JU: Ah, esto es dentro del festival. Muy bien. ¿Para qué te trajiste el dinero de la colecta a casa?
SL: Para contarlo, dólar tras dólar... les cuesta tres la entrada a cada uno. Por primera vez hay presupuesto en las arcas del programa de español. Quizás huya con la caja bajo el brazo con la excusa de ir a comprar tabaco.
JU: Déjalo, ya no fumamos.
SL: Yaaa, de todas formas no creo que esa excusa colara en el colegio. Soy una docente decente.