SL: Ahí está la Catedral de San Saba, un gran conjunto ortodoxo de grandes cúpulas y formas redondeadas, construyéndose exclusivamente de las donaciones de los feligreses hace ya varios siglos.
JU: Interrumpidos por varias guerras: las dos balcánicas, las dos mundiales, la última que desmembró el país...
SL: Finalmente el exterior se manifiesta monumental y orgulloso de ser la iglesia ortodoxa más grande sobre el planeta.
JU: Ahí está la estatua de Karadjordje, azote de los turcos, primer gran libertador de la ciudad, fundador de una dinastía que gobernaría el país años más tarde; y cuyos sucesores, aunque no participan de la complicada contienda nacional, participan de la vida serbia cohabitando en uno de los palacios reales, aquí en Belgrado.
SL: En fin, sin irnos del tema, la catedral se completó por fuera, pero el interior se sigue trabajando. Es muy curioso entrar y observar los enormes espacios todavía vacíos. Los iconos se apoyan en las paredes, ruido de obras en el altar, los obreros se afanan en los andamios del domo...
La soledad del icono.
La soledad de la carretilla.
Alzando el altar.
lunes, abril 14, 2008
Ortodoxia
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3 comentarios:
Quizás porque históricamente no significan nada para nosotros, cuando observo las iglesias ortodoxas de Riga no siento la sensación de opresión que siento con las luteranas o las católicas. No sé. Es extraño.
Todo cambia cuando ves a los Popes ortodoxos con sus cadenones de oro colgando cual raperos del South Side.
que pronto olvidais la figura del mosen ,vosotros que andais lejos.
bonito recorrido fotográfico.besos desde sanesteban
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