SL: Esta es una historia de Pascua.
SL: Hoy recogí del buzón una notificación de Correos, alguien había enviado un paquete a JU. No había remitente, no recordaba que tuvieramos nada pendiente, pero apellido y dirección coincidían... En fin, fui a recoger el bulto, que resultó ser una caja perfectamente precintada. Cuando llegué a casa corté la cinta, abrí las solapas de cartón y esto fue lo me encontré:
SL: Una caja llena de huevos de chocolate, dulces, bombones, junto con un pollito de mazapán en una canasta con cuatro huevos duros coloreados a mano. También la acompañaba una carta. Un padre felicitaba la Pascua a su hijo desde un pequeño pueblecito alemán. Estaba escrita a mano, la letra tenía el aire entrañable de haber aprendido caligrafía con pluma y tinta.
Comprendí que el regalo no estaba dirigido a nosotros. El apellido de JU es común también en Alemania, lo cual habría propiciado la confusión del cartero.
Así, por unos momentos, he participado de la felicidad tonta de recibir chocolates y huevos de colores cuando llegan estas fechas, justo a tiempo porque mañana devolveré el paquete y el sábado volaré a Belgrado.
Una historia de Pascua.
jueves, marzo 27, 2008
Felices Pascuas
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1 comentario:
mola el pollo bizco
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