SL: La ventana de la foto cae un poco lejos de los Balcanes: la podemos ver en Oslo, su hábitat natural.
JU: Aunque todavía el sol ilumina la capa plomiza que es el cielo noruego en estas épocas del año, las luces permanecen encendidas.
SL: Es extraño.
JU: Contemplando las enormes y suntuosas estatuas del parque Vigeland.
SL: Una visión de la pulsión mamífera y vivípara que reside en nosotros.
JU: Pequeños grandes placeres, de nuevo por mercadillos navideños.
SL: Cuando azota el frío, no hay nada como un Glühwein.
sábado, diciembre 12, 2009
Oslo
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4 comentarios:
Hala... ¿qué bebéis? En Cantanieve tenemos un par de palmos de nieve... Invitación a la bebida
En Belgrado nos conformamos con un palmo...ya es suficiente para que se monte bien. Y bebemos glühwein, un invento alemán genial!
Más info sobre el glühwein, el vinico caliente que se bebe en los mercados de navidad:
http://es.wikipedia.org/wiki/Gl%C3%BChwein
que chulo, que recuerdos, las casas de madera son como de cuento , y las estatuas parecen de verdad, pero el ese vinico no lo probemos... besos
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