JU: Hmmm... perdidos en Lárnaca.
SL: Un día de calor excesivo y agobiante. Por fín el cielo se encapota, la atmósfera se cubre lentamente de masas de vapor, entre acuosas y eléctricas, dejando claro que tras la barrera nubosa sigue el sol canicular que no perdona.
SL: Sopla viento de bochorno, se enciende la piel a su paso.
SL: El suelo que pisamos delata su composición.
JU: Hoy nos hemos perdido en la salada de Lárnaca. Se ha evaporado el agua, y sólo quedan las costras de sal de las aguas del mar.
JU: La salada de Lárnaca lleva siglos siendo parte del paisaje de la zona. Al evaporarse el agua deja una extensión de 2,2 km2 espectaculares y rosados. La coloración de la sal la producen millones de huevos de gambas salinas que esperan a que el lago se llene de nuevo del agua del mar.
SL: Semejante banquete no pasa desapercibido por miles de flamencos y otras aves marinas que aparecerán en el otoño chipriota. Este lugar es punto de encuentro de muchas aves migratorias.
JU: Este lugar no sólo es sagrado para las aves, también para los humanos: en sus orillas se esconde una de las mezquitas más veneradas por los musulmanes, el Hala Sultan Tekke, todavía lugar de peregrinación.
SL: Pensar que hace siglos esta sal era recolectada como uno de los mejores productos de la isla.
SL: Se dejó de hacer. El aeropuerto de Lárnaca extiende sus pistas por una extensión de terreno que separa actualmente los dos lagos de la salada.
JU: Bueno, volvamos a la ciudad. Este cielo y este suelo, me parece estar pisando Plutón.
jueves, octubre 16, 2008
La salada en Lárnaca
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2 comentarios:
Plutón verbenero
es chulísimo el cielo en la foto de la farola.
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