jueves, octubre 16, 2008

La salada en Lárnaca



JU: Hmmm... perdidos en Lárnaca.



SL: Un día de calor excesivo y agobiante. Por fín el cielo se encapota, la atmósfera se cubre lentamente de masas de vapor, entre acuosas y eléctricas, dejando claro que tras la barrera nubosa sigue el sol canicular que no perdona.



SL: Sopla viento de bochorno, se enciende la piel a su paso.



SL: El suelo que pisamos delata su composición.
JU: Hoy nos hemos perdido en la salada de Lárnaca. Se ha evaporado el agua, y sólo quedan las costras de sal de las aguas del mar.




JU: La salada de Lárnaca lleva siglos siendo parte del paisaje de la zona. Al evaporarse el agua deja una extensión de 2,2 km2 espectaculares y rosados. La coloración de la sal la producen millones de huevos de gambas salinas que esperan a que el lago se llene de nuevo del agua del mar.
SL: Semejante banquete no pasa desapercibido por miles de flamencos y otras aves marinas que aparecerán en el otoño chipriota. Este lugar es punto de encuentro de muchas aves migratorias.
JU: Este lugar no sólo es sagrado para las aves, también para los humanos: en sus orillas se esconde una de las mezquitas más veneradas por los musulmanes, el Hala Sultan Tekke, todavía lugar de peregrinación.
SL: Pensar que hace siglos esta sal era recolectada como uno de los mejores productos de la isla.
SL: Se dejó de hacer. El aeropuerto de Lárnaca extiende sus pistas por una extensión de terreno que separa actualmente los dos lagos de la salada.
JU: Bueno, volvamos a la ciudad. Este cielo y este suelo, me parece estar pisando Plutón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Plutón verbenero

Anónimo dijo...

es chulísimo el cielo en la foto de la farola.