martes, febrero 12, 2008

Koji Wakamatsu





SL: En los 60 apareció en las pantallas japonesas un nuevo género cinematográfico, que se denominaría el "pinku eiga". Películas con un tinte erótico jerta, un porno suave que intentaba saltarse la censura ferrea japonesa.
JU: La mayoría de las cintas procedían de estudios independientes, poseían el aliento virgen de actores y directores.
SL: Wakamatsu era uno de ellos.
JU: En el 65 un crítico alemán fue a Tokyo, y como resultado uno de sus films se coló en la Berlinale de aquel año. Cuando los japoneses se enteraron, la prensa nipona clasificó la película como "desgracia nacional". El cine de destape japonés no era considerado precisamente como algo que se pudiera exhibir en occidente. Aunque había cosechado cierto éxito en las salas, todavía era un tipo de cine observado por locales en salas de barrio, no era digno ni exportable.
SL: Las películas de Wakamatsu contaban con argumentos truculentos, hablaban de la fracturada factura del ser humano, de su relación con el sexo, de soledad, incomunicación... Contaba con suficientes alicientes para convertirse en un autor de culto en Europa.
JU: Tras décadas Wakamatsu vuelve a colarse, esta vez con una pequeña retrospectiva, en la Berlinale. Nosotros acabamos de ver "Go, Go Second Time Virgin": una historia de dos suicidas unidos por una extraña amistad.
SL: Él, asesino en serie; ella, víctima de múltiples violaciones; ambos, encerrados en el tejado de uno de esos pesados edificios de cemento que pueblan Japón.

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