Schwuleando

SL: Hace tiempo que Berlín disfruta de una vida gay fuerte y plena, ya en los años veinte la ciudad era conocida en Europa por su vida nocturna, canalla y activa.
JU: Algún amigo gay ya ha catado y dado el visto bueno a su pulso.
SL: Viene de lejos, en 1896 se publicó aquí la primera revista gay, "Der Eigene". Por aquel entonces no se vendía abiertamente, en vez de ello, se enviaba a una lista de correo privada.
JU: Y fueron los editores de "Der Eigene" quienes formaron en 1897 el primer movimiento por los derechos gays, proponian abolir la ley que prohibía la práctica de la homosexualidad, conocida como el "parrafo 175". Unos pioneros.
SL: En la década de los 20 la cosa era más fácil, podías encontrar revistas de temática gay y lesbiana en los quioscos, junto con el resto de la prensa, con total normalidad.
JU: Ahora la parafernalia gay cabalgatera y cabaretera se apropia del parque Tiergarten cada final de junio. Hay una fiesta que sigue y dura hasta el amanecer. Cientos de miles de personas se acercan para disfrutar del sol y la cerveza.
SL: Celebramos nuestro orgullo.

Fritz Kahn

SL: Me encanta esta composición. Un ojo humano se apodera de Nefertiti como si fuera una ampliadora fotográfica.
JU: Hoy descubrimos a Fritz Kahn. Un ginecólogo, artista y escritor de ciencia ficción. Alemán y judío.
SL: Desarrolló su trabajo en los años 20, enfrascado en publicar una serie de libros acerca del cuerpo humano, usando metáforas visuales de la sociedad industrial.
JU: En sus propias palabras, el cuerpo era "moderno y productivo".
SL: Aunque sus libros vendieron bien, los nazis lo calaron pronto. Un agente americano lo rescató a tiempo y se lo llevaron a los USA en 1940.
JU: Hay algo de cerebral en al arte alemán que nos atrapa constantemente.

Hitos

JU: Mi hermana y su pareja pasaron unos días en Berlín con nosotros. Ramón posee la mirada del ingeniero, y en uno de nuestros paseos nos descubrió un detalle de la ciudad que nunca hubiéramos percibido.
SL: Berlín está llena de hitos.
JU: Hitos colocados en el terreno. Por su especial característica de ciudad constantemente reconstruida, los topógrafos no han parado de recorrerla, señalizando puntos desde los que efectuar sus mediciones. Son pequeños puntos en el suelo, entre junturas de baldosas. En la cabeza de los hitos ponen un clavo para referencia al medir.
SL: Ahora descubrimos fácilmente en muchas esquinas la marca del levantamiento topográfico.
JU: Hay también otro tipo de hitos. Rocío y Ramón van a tener su primer hijo. El día que nazca será su particular hito.
SL: Al final, todos los hitos en nuestras vidas son cartográficos: nos distinguen como individuos, pero al tiempo nos ayudan a representar nuestro territorio. Colocan mojones en el paisaje de lo que nos es contemporáneo, y esos hitos singulares facilitan el reconocimiento de un panorama propio y a la vez plural. Estacas de agrimensor o miras de topógrafo, los hitos de nuestros amigos y familia delimitan una parcela vital y cultural, y, como delgados postes que emergen de la nieve, permiten al cabo del tiempo adivinar el trazado de los caminos por los que ha circulado nuestra gente. La multiplicación de hitos multiplica los mapas y, por más que cada cartografía privilegie un aspecto distintivo, llega un momento en el que la superposición de las cartas nos orienta.
JU: Ahora somos observadores más conscientes del terreno que pisamos, no dejamos de mirar el suelo.

Mi club, tu club

SL: 1973, una de esas crisis del petróleo, los EEUU invitan a Japón, Reino Unido y a la Alemania capitalista a una reunión privada, lo llaman el grupo de la biblioteca...
JU: El francés en el 75 quiere estar también, convoca otra velada, se invita también a Italia. Los seis líderes acuerdan una quedada anual. El año siguiente se une Canadá, G-7.
SL: 1991, final de la guerra fría. 1994, Rusia quiere estar también. Después de la reunión de Nápoles tiene entrevistas privadas con todos los líderes, uno a uno. Si no te invitan, te anfibias igualmente. Le llaman el G-7 más uno.
JU: Bill Clinton en el 97 les sugiere formar parte, ya tenemos a todos.
SL: Rostock 2007, nueva reunión: aquello que los poderosos venden como un éxito es en realidad cuestión de imagen. Gracias a las declaraciones ambigüas, la anfitriona Angela Merkel no se irá con las manos vacías.
JU: La disposición de Bush a colaborar en la prolongación del Protocolo de Kyoto bajo los auspicios de la ONU lo aleja de ser visto como el aguafiestas.
SL: La globalización está ecoanímica.

Nefertiti

SL: Un busto de 3.400 años de antiguedad nos seduce serenamente desde su vitrina de alta seguridad en el Altes Museum.
JU: La icónica Nefertiti y su precisa belleza son motivo serio de disputa entre dos países, Alemania y Egipto. El Consejo de Antiguedades egipcias ha reclamado la cabeza para una importante exposición temporal. Oficiales alemanes dicen que la obra es demasiado frágil para viajar los 4.800 kilómetros que separan la capital alemana de El Cairo. Y como respuesta los egipcios dicen que no volveran a organizar ninguna otra exposición de antiguedades en Alemania si rechazan su petición.
JU: La pieza lleva en Berlín desde 1913, eran aquellos tiempos en los que grupos de intrépidos arqueólogos alemanes plagaban el Nilo libreta y pico en mano.
SL: De momento los egipcios no han cuestionado la propiedad alemana del busto, pero tras el conflicto de 2003, en el que se prestó temporalmente para ser parte de una instalación de arte contemporáneo en la Biennale de Venecia, sus exigencias son cada vez más persistentes. Quieren abrir un gran museo al lado del complejo de pirámides de Giza en el 2012, y han comenzado a mover ficha. Si no les prestan a Nefertiti para su inauguración iniciarán un boicot mundial a los museos alemanes.
SL: Las disputas internacionales acerca de antiguedades saltan en primera plana cada año, cada vez son más los que reclaman piezas no sólo a museos, sino a particulares, casas de subastas..., y las cuestiones éticas y legales tras cada caso son polémicas. Sobre todo a principios de este siglo, en donde las ciudades compiten por atraer al mayor número de turistas al gran espectáculo de los museos.
JU: Nefertiti sigue mirando cara a cara a los que pasan por ella, sigue reinando pletórica entre ellos, como en aquella estela en la que se presentaba a sí misma como descendiente y representante del sol en la tierra.